¿Es bueno eliminar todos los recuerdos negativos?
Antes de nada, sí, un recuerdo negativo se puede eliminar.
Cuando algo se graba en nuestra mente lo hace con una emoción asociada. Nunca te acordarás de algo común en tu vida que no es significante. Pero, en cambio, sí te acordarás de aquel momento que lo pasaste tan bien (o tan mal). De aquellos momentos que fueron imprevistos o te asombraron. ¿Por qué? La mente asocia los recuerdos a emociones y, gracias a éstas, podemos recordar con más o menos intensidad.
Al hablar de eliminar un recuerdo negativo, hablamos de eliminar la carga emocional que tiene. Puede ser que te acuerdes de ello en algún momento después, pero será algo que carezca de importancia. Es como cuando te gustaba alguien en tu adolescencia y, al volver a verle, te viene a la mente: ¿cómo me pudo gustar esta persona???!!
Esto es eliminar la carga negativa de la mente. Es que esas experiencias carezcan de valor. Te acuerdas de ellas, sí. Pero no duelen. Y lo que no duele, se olvida.
Cuando aprendí las técnicas de reprogramación mental lo primero que hice fue “depurar” mi mente, eliminando todas las cargas negativas que tenía. No es algo que se haga de la noche a la mañana, ya que primero debes saber qué debes eliminar y, luego, hacerlo. Al principio empiezas a notar una gran mejora, ya que lo primero que “tocas” son aquellos recuerdos o experiencias que tienes más grabados y que no logras quitarte de la cabeza. El tema viene cuando empiezas a tocar aquellos recuerdos negativos que, en principio, no duelen.
El ser humano se mueve por dolor y placer, pero suele hacer más caso al primero que al segundo. Cuando empiezas a depurar tu mente de los recuerdos negativos, empiezas a quitar dolor y, por lo tanto, motivación. Si te pones a analizar tus actos, ¿cuántos de ellos los haces por un dolor en el pasado?¿o por un dolor que puedas sentir en el futuro? Con dolor no me refiero solo a físico, sino a mental o emocional.
Eliminando aquellos recuerdos negativos, empezamos a eliminar esa motivación que tenemos por actuar. Y de alguna forma también empezamos a eliminar nuestro ego.
En mi caso llegué a un punto en el que realmente toda la motivación que tenía por emprender, por ayudar, se había eliminado porque su base era un dolor, no un placer puro. Porque el ego creado en base a expectativas ya no tenía fundamento. Todo porque había eliminado la carga negativa de recuerdos que eran la base de esos actos. Y es aquí cuando, tras haber depurado, debes volver a comenzar desde cero.
Cuando hacemos los entrenamientos de coaching personal, pueden tener dos tipos de orientaciones. La primera es a modo de “parche”, en la que se trata el problema y se busca una solución del momento. La segunda es a modo de desarrollo personal, en donde se busca el origen mental de ese problema, para ir a la raíz y que no vuelva a salir. Obviamente la segunda suele tardar más que la primera, pero es mucho más duradera y el cambio se nota mucho más ya que, literalmente, tu vida cambia al eliminar los recuerdos negativos.
Entonces, ¿es bueno eliminarlos?
Depende de cada persona y de sus “necesidades”. Para mi, sin dudarlo. Cuando consigues depurar bien la mente, te quitas cargas emocionales y todo lo que conllevan. El ego empieza a desaparecer y es cuando vives sin necesidad de grandes cosas, ya que no tienes el dolor de “estar a la altura de la sociedad”.
Recordando la frase de Pepe Mujica:
“Pobres no son los que tienen poco. Son los que quieren mucho. Yo no vivo con pobreza, vivo con austeridad, con renunciamiento. Preciso poco para vivir”